W.A.S.P. – Detrás de la cortina del circo eléctrico

Parece ser que la última gira de W.A.S.P., en la que la banda celebra su 40 aniversario, y que recientemente ha pasado por España, ha causado reacciones muy dispares entre sus fans. No obstante, no es la primera vez que una gira de los americanos arrastra determinadas polémicas, y hoy vamos a hablar un poco más en profundidad de ello. Vamos a abrir la cortina del circo eléctrico de W.A.S.P., y vamos a echar un vistazo a la innegable realidad de la banda en pleno 2023.

La polémica gira de W.A.S.P. por España

Para ponernos en situación, vamos a remontarnos hasta 2021, cuando se hizo el primer anuncio de la gira. En este anuncio, se puede leer la siguiente frase, cortesía del líder de la banda, el señor Blackie Lawless:

En palabras del propio Blackie, «Para esta gira mundial del 40 aniversario volvemos al origen. Llevaremos el espectáculo al punto de partida, con todo el fuego y toda la sangre que conmocionó al mundo la primera vez. Solo hicimos este tipo de show en la primera gira mundial y nunca lo volvimos a hacer… ¡Hasta ahora! Voy a gritar y a sangrar porque ¡I Wanna be Somebody!»

Probablemente, si el señor Lawless hubiera estado conectado a un polígrafo en el momento de hacer semejante declaración, este habría explotado al más puro estilo Homer Simpson. Las primeras críticas que se pueden leer hacia esta gira 40 aniversario de W.A.S.P., es que no hay ni rastro de fuego, sangre o ningún otro elemento que recuerde a ese espectáculo que se menciona en la promo de la gira. El decorado escénico consiste en una especie de circo con carteles que recuerdan a temas de la banda, que flanquean las tres pantallas que la banda lleva usando desde hace 20 años. Poca novedad en este aspecto.

wasp

Un repertorio escaso

El tema repertorio siempre ha sido objeto de críticas con W.A.S.P.. Los americanos nunca han sido de dar conciertos interminables, acercándose más a la hora que a las dos horas. A pesar de que una efeméride importante como el 40 aniversario pueda dar pie a especular con la duración, lo cierto es que, salvo en los 3-4 primeros conciertos del tour por Estados Unidos, en los que la banda interpretaba 13-14 temas y los conciertos llegaban a la hora y tres cuartos de duración, fieles a sus costumbres, terminaron recortando el repertorio a una triste hora y cuarto con apenas 10 temas.

Vale, empiezan el concierto con un medley de 4 canciones, pero sigue siendo un setlist muy pobre para una gira que se supone que celebra 40 años de carrera.

wasp

Así empezó…

wasp 1

…y así se quedó

Las «ayuditas»

Recientemente, en una de las experiencias VIP del tour, un fan tuvo el valor de preguntar a Blackie por las rumoreadas ayudas vocales que utiliza en directo. De nuevo, el señor Lawless habría hecho explotar el polígrafo, ya que dijo que usaba pistas «de apoyo» para «mejorar la experiencia del público» en «algunas partes» del show.

A estas alturas de la película, creo que todo el mundo sabía ya que en los conciertos de W.A.S.P. hay gato encerrado, pero que el propio Blackie lo reconociera, a priori le daba ese aura de «estrella humilde» que hace lo posible por contentar a sus fans. Nada más lejos de la realidad.

¿Cuál es la realidad entonces? Blackie Lawless tiene la cara de cemento. La realidad es que durante los primeros tramos de la gira, podemos escuchar a Blackie cantando unos cuantos temas, salvo algunas partes como estribillos, frases más agudas y cosas más complicadas. Sin embargo, la inclusión en el repertorio de «Animal (Fuck Like A Beast)» por primera vez en casi 20 años, se vio empañada por la triste interpretación de Blackie Lawless, que no llegó a cantar ni una sola nota en directo. Otros temas también eran bastante sospechosos de engaño.

Sin embargo, la primera actuación de la banda en Barcelona, fue un éxito. El público salió bastante contento, a pesar de que 2 de los 4 temas que componían el medley inicial llevaban la voz enlatada, igual que la mencionada «Animal» y varios temas más.

Nos trasladamos al concierto de W.A.S.P. en Madrid, y la película es completamente distinta. Un Blackie Lawless apático, a oscuras, refugiado en su enorme pie de micro llamado Elvis, con humo cubriendo constantemente el escenario.

Y la estafa comenzó.

Tan pronto empieza a sonar la voz de la inicial «On Your Kness», se hace evidente que el Blackie Lawless que suena por los altavoces de La Riviera, no es el Blackie de 2023, sino el que grabó la canción hace 40 años. No hace falta ser un gran fan de la banda, basta con haber escuchado los temas 4 o 5 veces para darte cuenta del descaro del señor Lawless.

Uno a uno se van sucediendo los temas del (escaso) repertorio, y esas «ayuditas», esos «apoyos» que mencionaba Blackie, se convierten en la única voz que se escucha durante el concierto.

Para muestra, un botón:

El descaro de Blackie Lawless

Blackie Lawless miente. Blackie Lawless sabe que toma el pelo a sus fans. Pero además, le da igual. Muchos artistas que emplean las famosas «pistas de apoyo» en directo, se esfuerzan un poquito en disimularlo. Van a un estudio, graban los temas con su voz actual y ponen un poco de interés en hacerlo bien (como por ejemplo, Paul Stanley de KISS).

A Blackie Lawless le da igual. Utiliza las pistas de voz originales en casi todos los temas. Da igual que fueran grabadas hace 40 años. Como os digo, no hace falta ser demasiado fan para identificarlo, pero si tenéis un poco de curiosidad, os puedo decir que:

  • On Your Knees, The Flame, The Torture Never Stops, Inside The Electric Circus, LOVE Machine, Wild Child, Animal (Fuck Like A Beast) y The Real Me, utilizan las pistas de voz originales de los discos de los 80.
  • The Idol, The Great Misconceptions Of Me y Chainsaw Charlie (Murders In The New Morgue), utilizan las pistas de voz de ‘Re-Idolized’, la regrabación de ‘The Crimson Idol’ que la banda editó en 2017. Al menos con estas, intenta disimularlo un poco más poniendo su voz más reciente.
  • Blind In Texas y I Wanna Be Somebody son un caso especial. No son las pistas originales, pero comparando conciertos, suenan exactamente igual en todos, por lo que pueden estar sacadas de alguna actuación en directo antigua, ya que no es para nada su voz actual.

Con esto, se dan situaciones curiosas, como que dos temas que tocan seguidos a modo de medley, como «Animal» y «The Real Me», suenen con voces diferentes porque están sacadas de diferentes discos. Lamentable.

También se dio otra situación graciosa hace poco en Estocolmo, cuando por una confusión, el batería Aquiles Priester se confundió en el inicio de «LOVE Machine», la banda se perdió y Blackie tuvo que cantar el tema en directo (se escuchó el playback pero lo cortaron rápidamente).

¿Qué creéis que sucedió?

Blackie Lawless cantó «LOVE Machine» bastante bien, de una forma muy digna. Esto resulta aún más indignante si cabe. Si fuera incapaz de cantar decentemente en directo, como Paul Stanley, entendería algo que utilizara pistas pregrabadas. Pero no se da el caso, ya que Blackie es capaz de defender sus temas dignamente. ¿Por qué engaña a sus fans entonces?

Para ver el «momentazo», podéis poner este vídeo en el minuto 11:15:

Ah, y por supuesto, después de este «pequeño inconveniente», el resto de temas fueron en playback, no vayáis a pensar que Blackie cantó más de lo estrictamente necesario.

Otro incidente «gracioso» sucedió un par de días después en Malmö, cuando la pista de voz falla en «On Your Knees» y se puede escuchar claramente a Blackie susurrando la letra, haciendo como que canta, hasta que la voz entra casi al final del tema. Podéis verlo aquí:

Si seguimos hablando de las fechas en España, lo que queda por decir no es precisamente alentador. Se fue de Murcia sin tocar «I Wanna Be Somebody» (con lo cual, el repertorio pasó a 9 canciones) y canceló Bilbao por «problemas logísticos». Casi nada.

Conclusión

La conclusión de todo esto es bastante sencilla. Blackie Lawless es un mentiroso y un estafador. No se puede decir de otra manera. Lo que me sorprende de verdad, es que los fans traguen con esto y salgan del concierto contentos como unas castañuelas cuando han gastado la friolera de 50€ en ver:

  • Un concierto de 70 minutos.
  • El mismo montaje de siempre, nada de lo prometido en el anuncio.
  • Un concierto en el que el cantante no canta ni una nota.
  • Un guitarrista que mutila cada solo que hace. Ya se que no tiene nada que ver con todo lo expuesto, pero es que el tío no da una, parece un amateur…

¿Tan bajo tenemos el listón? ¿Con tan poco nos conformamos?

Por mi parte, hace tiempo que conozco las prácticas del señor Lawless en directo. La última vez que vi a la banda en concierto fue en 2010, y creedme que a pesar de ser uno de mis grupos favoritos, no pienso volver a pagar por ver el esperpento del trolero de Blackie y sus secuaces.

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.